La iglesia suele ser denominada como la «casa de Dios» luego que, si admisiblemente éste es omnipresente, es en los templos donde la comunidad cristiana se reúne a orar y a participar de rituales como la ceremonia.
Catolicidad: con el significado de universal la Iglesia es católica en cuanto indagación anunciar la Buena Nueva y acoger en su seno a todos los seres humanos, de todo tiempo y en todo sitio, que acepten su doctrina y reciban el bautismo; dondequiera que se encuentre singular de sus miembros, allí está presente la Iglesia católica.
Establece que la persona Jesucristo fue un ser humano, no un Todopoderoso. En las iglesias coptas no hay imágenes y es costumbre que se rece siete veces al día. Se prohíbe la ingesta de carne de sucio.
Esta es la finalidad suprema que una sociedad puede tener; no es ciertamente una finalidad subordinada a la bonanza temporal pretendida por el estado. Por otra parte la Iglesia no depende del permiso del Estado para conseguir su fin. Su derecho a existir deriva no del permiso del Estado, sino del mandato divino. Su derecho a predicar el Evangelio, a gobernar los sacramentos, a profesar jurisdicción sobre sus súbditos, no está condicionado a la autorización del gobierno civil. Ha recibido del propio Cristo el gran encargo de enseñar a todas las naciones. A la orden de los gobernantes civiles de que desistieran de predicar, los Apóstoles respondieron simplemente que debían obedecer a Altísimo antes que a los hombres (Hch. 5,29). Cierta cantidad de fondos temporales es, realmente, necesaria a la Iglesia para posibilitarle aguantar a mango la tarea a ella confiada. El estado no puede con Ecuanimidad prohibirle que reciba estos por las donaciones de los fieles. Aquellos cuyo deber es ganar un cierto fin tienen derecho a poseer los medios necesarios para tolerar a cabo su tarea.
La doctrina de la Iglesia se resume en la imitación de Jesús. Esta imitación se expresa en buenas obras, en abnegación, en apego a los que sufren, y especialmente en la ejercicio de los tres consejos evangélicos de perfección: pobreza voluntaria, castidad, y obediencia. El ideal que la Iglesia nos propone es un ideal divino. Las sectas que se han separado de la Iglesia han descuidado o rechazado una parte de la enseñanza de la Iglesia a este respecto. Los reformadores del siglo XVI llegaron hasta a desmentir del todo el valía de las buenas obras. Aunque la viejoía de sus seguidores han desaliñado esta doctrina anticristiana, aun ahora los protestantes consideran una alienación la autorrenuncia (el “niégate a ti mismo”) del estado religioso. Incluso el mundo fuera de la Iglesia reconoce la santidad de su culto. En la solemne renovación del Sacrificio del Calvario reside un misterioso poder, que todos se ven forzados a distinguir.
[…] Es bueno que la Iglesia dé este paso con la clara conciencia de lo que ha vivido en el curso de los últimos diez siglos. No puede atravesar el inicio del nuevo milenio sin animar a sus hijos a purificarse, en el arrepentimiento, de errores, infidelidades, incoherencias y lentitudes. Recordar los fracasos de ayer es un acto de franqueza y de valentía que nos ayuda a reanimar nuestra Seguridad, haciéndonos capaces y dispuestos para afrontar las tentaciones y las dificultades de hogaño.[150]
La contrarreforma fue la respuesta a la reforma protestante de Martín Lutero, que había debilitado a la Iglesia católica. Denota el período de resurgimiento católico desde el pontificado del papa Pío IV en 1560 hasta el fin de la Guerrilla de los Treinta Primaveras, en 1648. Sus objetivos fueron renovar la Iglesia católica y evitar el avance de las doctrinas protestantes.
Ya se ha observado (VI ) que un miembro de la Iglesia puede suceder perdido la Gracejo de Altísimo. En este caso es una rama marchita de la Vid verdadera; pero no se ha separado definitivamente de ella. Aún pertenece a Cristo. Se requieren tres condiciones para que un hombre sea miembro de la Iglesia:
Bernardo de Claraval, doctor de la Iglesia y maestro espiritual de la orden del Císter del siglo XII, representado en la imagen abrazando a Cristo.
Es interesante destacar que la noción de el bosque iglesia iglesia se utilizaba en Atenas para hacer referencia a la reunión de los ciudadanos a fin de considerar cuestiones de índole política. Y San Pablo la tomó luego para denominar a la congregación de creyentes cristianos.
En el siglo XIII fueron fundadas y empezaron a desarrollarse las órdenes mendicantes, que tuvieron un gran influjo en la vida religiosa de la sociedad.
Se establece que, para integrar la comunidad de la Iglesia Católica, las personas han de recibir el sacramento del bautismo. En Caudillo, las familias que profesan esta Convicción bautizan a sus hijos e hijas cuando son muy pequeños, y luego se da un acto formal de renovación de las promesas bautismales que, en esa instancia temprana, el padre, la origen, el padrino y la Protectora respondieron traslativamente.
Pues las sociedades que llamamos Iglesias existen como encarnación de unos ciertos dogmas sobrenaturales y de un principio de gobierno acreditado divinamente. Luego, cuando las verdades previamente presentadas como de fe son rechazadas, y el principio de gobierno considerado Venerable se repudia, hay una ruptura de la continuidad, y se constituye una nueva Iglesia. En esto la continuidad de una Iglesia difiere de la de una nación. La continuidad nacional es independiente de las formas de gobierno y de las creencias. Una nación es un conjunto de familias, y en cuanto que estas familias constituyen un organismo social autosuficiente, permanece la misma nación, cualquiera que sea la forma de gobierno. La continuidad de una Iglesia depende esencialmente de su gobierno y creencias.
La doctrina fundamental para la Iglesia católica se encuentra en el credo, que recoge las fórmulas de Certeza elaboradas en los primeros concilios de la historia.